Epididimitis: síntomas y causas

Epididimitis: síntomas y causas



Por el Comité Editorial Blog IVI Dono

La epididimitis es una afección caracterizada por la inflamación del epidídimo, una estructura de forma tubular que conecta los testículos con los vasos deferentes y por la cual circula el semen. En el epidídimo, además, se produce la maduración de los espermatozoides. El epidídimo inflamado ocasiona un dolor muy molesto que, incluso, puede tener efectos en la fertilidad masculina. A continuación, veremos cuáles son los síntomas y causas de la epididimitis más frecuentes. También, explicaremos en qué consiste el diagnóstico y tratamiento de la epididimitis.

¿Qué es la epididimitis y qué síntomas causa?

La epididimitis hace referencia a un proceso inflamatorio o infeccioso del epidídimo. Pero ¿sabes qué es el epidídimo? Se trata de un tubo conductivo que se encuentra ubicado en la parte posterior de los testículos. En él se almacenan los gametos masculinos hasta que maduran por completo y son capaces de fecundar al óvulo. Aunque esta patología afecta a hombres de todas las edades, es especialmente habitual en jóvenes de entre 19 y 35 años.

Los síntomas de la epididimitis suelen presentarse de manera repentina y pueden ser leves, moderados o graves, dependiendo del grado de afectación del hombre. Si la epididimitis persiste más de seis semanas o vuelve a aparecer transcurrido un tiempo, esta patología se considera crónica. Los síntomas más comunes son:

  • Inflamación y dolor en los genitales.
  • Molestias al orinar y micciones frecuentes.
  • Presencia de sangre en el eyaculado y la orina.
  • Secreciones del pene no habituales.
  • Sensación de calor y pesadez en uno de los testículos.

Causas de la epididimitis

La epididimitis suele aparecer debido a la proliferación de microorganismos en los tejidos que se encuentran próximos al epidídimo, como la próstata, la uretra o la vejiga. Las causas de la epididimitis más frecuentes son:

  • Enfermedades de transmisión sexual (ETS): se producen por bacterias como la Chlamydia trachomatis (clamidia) o Neisseria gonorrhoeae (gonorrea). Es el caso más habitual en hombres sexualmente activos de entre 19 y 35 años.
  • Infecciones bacterianas: pueden estar ocasionadas por bacterias como la Escherichia coli o Mycobacterium tuberculosis. Afectan especialmente a varones mayores de 35 años.
  • Otras infecciones: el epídidimo inflamado también aparece por el desarrollo de hongos o virus, aunque es menos común.
  • Uso de medicamentos: la administración de amiodarona, un fármaco que se utiliza para tratar los ritmos cardíacos anormales, también puede causar epididimitis.

Factores de riesgo de la epididimitis

Según los especialistas, los hombres jóvenes sexualmente activos tienen mayor probabilidad de sufrir epididimitis. De la misma forma, el riesgo de experimentar esta patología aumenta en los siguientes casos:

  • Tener sexo sin protección con diferentes parejas sexuales.
  • Haber sufrido una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
  • No estar circuncidado.
  • Haber sido intervenido de las vías urinarias.
  • Utilizar un catéter uretral, que ayuda a que la orina pueda llegar a la vejiga.
  • Presentar alteraciones de la próstata como la prostatitis o la hipertrofia prostática.
  • Sufrir tuberculosis, una enfermedad infecciosa que puede afectar a la zona genital.

Epididimitis y fertilidad

Cuando la epididimitis está ocasionada por una enfermedad de transmisión sexual (ETS), puede causar problemas de fertilidad masculina debido a una obstrucción del epidídimo o un infarto testicular. Esto se debe a que, si el epidídimo se obstruye, impide la salida de los gametos masculinos al exterior, lo que provocaría azoospermia. Esta patología se caracteriza por la ausencia de espermatozoides en el semen, por lo que dificultaría el embarazo de forma natural y la pareja tendría que optar por tratamientos de reproducción asistida.

Si el varón presenta azoospermia, deberá hacerse una biopsia testicular, intervención quirúrgica que consiste en la extracción de una muestra de tejido de los testículos. De este modo, sería posible recuperar algunos espermatozoides, lo que permitiría a la pareja lograr embarazo mediante un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) con inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). Sin embargo, en los casos más severos de epididimitis, será necesario recurrir a un donante de semen.

Diagnóstico y tratamiento de la epididimitis

Para diagnosticar la epididimitis, el urólogo realizará una historia clínica con los síntomas y patologías del hombre. También llevará a cabo una exploración física del pene, el escroto y la próstata. A continuación, se solicitarán algunas pruebas, como una analítica de sangre y orina o un espermiograma, para evaluar si existe alguna infección bacteriana. A su vez, se recomienda una ecografía para descartar la presencia de torsión testicular. Esta afección aparece cuando el testículo gira y enrolla el cordón espermático, el cual proporciona sangre al testículo desde el abdomen y requiere una intervención quirúrgica urgente.

El tratamiento de la epididimitis variará en función de la causa de la inflamación. Si está ocasionada por una infección bacteriana, como sucede en las enfermedades de transmisión sexual (ETS), se prescriben antibióticos. En algunos casos, también puede ser necesario el uso de analgésicos y antiinflamatorios para aliviar síntomas como dolor o hinchazón. Por su parte, si el origen del epidídimo inflamado es el fármaco amiodarona, se reducirá la dosis o se recomendará un tratamiento alternativo. Recuerda que acudir al médico es fundamental para tratar esta afección cuanto antes y evitar problemas en el futuro.

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