Por el Comité Editorial Blog IVI Dono
La candidiasis es una infección derivada de la aparición de una de las variedades del hongo cándida en concreto la Candida albicans. Este hongo puede aparecer cuando se cumplen las condiciones adecuadas, es decir, en zonas cálidas, húmedas y cubiertas. Por ello, en la mujer hay una elevada probabilidad de que surja en la vagina en el caso de que no haya una higiene adecuada o se mantengan relaciones sexuales sin protección, punto que trataremos en mayor profundidad a continuación.
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¿Qué es la candidiasis en el hombre?
La candidiasis en el hombre (y en la mujer) es una enfermedad de transmisión sexual generada por una variedad del hongo cándida como hemos mencionado anteriormente, esto surge debido a la falta de precauciones y se origina normalmente en la zona reproductora de la mujer. Pese a que es mucho más probable que surja en la mujer, el sexo masculino no se libra de sufrir las consecuencias de esta enfermedad. Especialmente los hombres que no están circuncidados podrían llegar a pasar la candidiasis en el caso de que no se tomen las medidas oportunas.
¿Cómo afecta la candidiasis en el hombre?
En el caso de contraer candidiasis por transmisión sexual el hongo afecta al pene, causando balanitis, o lo que es lo mismo la inflamación del prepucio y del glande. Esta irritación provoca el enrojecimiento de la zona, así como molestias a la hora de mantener relaciones sexuales y orinar. Además, la infección puede extenderse incluso hasta las ingles y el escroto generando más molestias.
Otra de las consecuencias de la aparición de la candidiasis en el hombre es la debilidad del sistema inmunológico, al tratarse de un “patógeno”. Si se tiene un sistema inmunológico lo suficientemente fuerte, el hongo puede controlarse y disminuir la probabilidad de infección, sin embargo, si este es débil el organismo es propenso a permitir el acceso de agentes infecciosos entre los cuales destaca el VIH por su enorme peligrosidad.
¿Cómo puedes prevenir la candidiasis?
La infección puede prevenirse con una limpieza diaria de los genitales y con un secado adecuado para evitar humedades. También es recomendable no vestir prendas muy apretadas ni fabricadas con fibras sintéticas que impidan la ventilación. Por otro lado, no vale utilizar cualquier tipo de jabón/producto químico. Debe evitarse los jabones medicados muy perfumados, baños de burbujas, aerosoles…
Como siempre, la mejor manera de mantenernos sanos, aparte de no cometer irresponsabilidades, es mantener una vida equilibrada en cuanto a nutrición, ejercicio físico y hábitos saludables.
Es conveniente en el caso de tener alguna duda acudir a un experto para que aconseje o revise la zona para evitar males mayores.